La sesión de fotografías de Pablo fue de todo menos aburrida. Al principio le daba un poco de corte la cámara pero enseguida saco su mejor pose. Además de las fotografías de rigor y más formales para una sesión de postcomunión, Pablo no dudo en tirarse a la piscina y lo decimos ¡literalmente! Las fotografías más originales fueron debajo del agua con nuestra cámara submarina.
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